- Calmar a su hijo frente a la ansiedad de la separación
- ¿Cómo funcionan los antibióticos?
- Grasas, sal y azucares: no todos son malos.
- Cuando la pubertad llega antes de tiempo
- Recomendaciones para prevenir disgustos con la comida
- ¿Debe un bebé ser circuncidado?
- Superando obstáculos hacia una vida físicamente activa.
- Durmiendo siguiendo un patrón
¿Cómo funcionan los antibióticos?
Los productos antibacteriales no son la solución para cada infección que su hijo contraiga. De hecho existen dos grandes clases de gérmenes que pueden causar muchas infecciones: virus y bacterias. En donde los antibacteriales sólo son útiles en contra de las bacterias.
- Las bacterias son organismos unicelulares que miden menos de una milésima de milímetro. Estos organismos viven en nuestra piel, en nuestro sistema digestivo, en nuestras bocas y gargantas. De hecho, existen más de diez mil millones de bacterias que viven y prosperan en nuestro interior. Aunque muchas de estas son inofensivas y juegan un papel positivo en el organismo (ej: disolviendo los nutrientes de nuestra dieta), algunas son peligrosas y pueden producir enfermedades. Estas son responsables de muchas enfermedades de la niñez, incluyendo la mayoría de las infecciones auditivas, dolor de garganta, sinusitis e infecciones del tracto urinario.
- Los virus por su parte son aún más pequeños que las bacterias. El virus del polio, por ejemplo mide tan solo 16 millonésimas de milímetro en diámetro. A pesar de su tamaño los virus pueden causar enfermedades ligeras y serias al entrar en contacto con las células saludables de nuestro organismo. Estos son responsables del resfriado común, la gripa, la tos y la mayoría de las irritaciones de la garganta. Además pueden causar viruela, sarampión, paperas, hepatitis y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Tan poderosos como resultan los productos antibacterianos en las situaciones correctas, estos no pueden eliminar a los virus y por tanto no funcionan en el caso de infecciones virales. En caso de ser administrados a un niño que tiene una infección viral, no sólo pueden producir efectos colaterales, sino que pueden aumentar el problema al crear resistencia a los antibióticos. En la actualidad existen medicamentos conocidos como antivirales que han sido desarrollados para luchar contra los virus.
En niños, los antibióticos están disponibles en múltiples presentaciones que incluyen tabletas, capsulas, líquidos y masticables. Algunos antibióticos vienen en ungüentos y otros en gotas (ej: aquellos usados para infecciones auditivas). Cuando un pediatra prescribe un antibiótico, lo hará de acuerdo al que mejor funcione en contra del germen especifico que ha enfermado a su hijo.
Funcionamiento de los antibacterianos
Los antibacterianos luchan en contra de las bacterias infecciosas en el organismo. Estos atacan el proceso de enfermedad al destrozar la estructura de la bacteria o su habilidad para dividirse y reproducirse. A menudo los científicos realizan la siguiente categorización:
- Algunos antibacterianos (ej: penicilina, cefalosporina) matan por completo a las bacterias y son llamados bactericidas. Estos atacan directamente a la pared celular de la bacteria, hiriendo a la célula. Al no poder atacar la célula al organismo se logra prevenir que estas células produzcan un mayor daño a nuestro cuerpo.
- Otros antibacterianos (ej: tetraciclina, eritromicina) bloquean el crecimiento o reproducción bacterial. Llamados a menudo como antibióticos bacteriostáticos, evitan que los nutrientes lleguen a la bacteria haciendo que estas no puedan dividirse y multiplicarse. En la medida en la que millones de bacterias son necesarias para continuar el proceso de la enfermedad, esta clase de antibióticos puede detener la infección, dándole al sistema inmune tiempo para atacar.
Algunos antibacterianos conocidos como de espectro amplio pueden luchar contra varios tipos de gérmenes en el cuerpo, mientras que existen otros que son más específicos. Si su pediatra utiliza sangre, orina u otras pruebas para identificar la bacteria especifica que produce la infección de su hijo, se podrá prescribir un antibacteriano que se enfoque en determinados gérmenes.
No hay que olvidar, que si su hijo tiene un resfriado, los antibióticos no son la respuesta. A menudo resulta difícil a los padres el diagnosticar si la enfermedad de sus hijos es causada por virus o bacterias y es por esta razón que se aconseja evitar diagnosticar y medicar a su hijo, sin contactar o visitar a un médico pediatra.
Efectos secundarios de los antibióticos
Tan poderosos y útiles como pueden resultar los antibióticos, estos pueden producir efectos secundarios en algunas personas. En niños pueden causar malestar estomacal, heces sueltas o nauseas. Algunos jóvenes además pueden tener reacciones alérgicas a la penicilina y otros antibióticos, produciendo síntomas como irritación en la piel o dificultades respiratorias. Si estos síntomas alérgicos llegan a volverse severos, causando esfuerzo en la respiración, dificultar al tragar producto de una garganta irritada o jadeos, llame a su pediatra o diríjase de inmediato a su departamento de emergencias médicas.
¿Pueden los antibióticos ser usados para prevenir enfermedades?
Mientras que algunas medicinas antimicrobianas son usadas a menudo en el tratamiento de infecciones que los niños pueden llegar a desarrollar, en ocasiones pueden ser prescritas para prevenir que la enfermedad aparezca. Por ejemplo, niños con infecciones frecuentes del tracto urinario a menudo reciben antibacterianos para reducir la frecuencia en que estas ocurren. Las medicinas pueden matar a la bacteria, antes de que esta empiece a causar la infección.
A continuación otras circunstancias en las que las drogas antibacterianas profilácticas (preventivas), pueden ser prescritas en niños.
- Su pediatra podría prescribir penicilina para prevenir la fiebre reumática aguda.
- En ocasiones, si un niño ha sido mordido por un perro u otro animal, o incluso por otra persona se pueden administrar medicamentos para prevenir el desarrollo de una infección.
- En el momento en el que los infantes son hospitalizados para un procedimiento quirúrgico, pueden recibir medicinas antes de la operación, con el fin de prevenir una infección en el sitio de la incisión quirúrgica. Por lo general, estas drogas son administradas 30 minutos antes de la operación y una dosis simple es todo lo que se requiere.
Si su pediatra considera que su hijo puede beneficiarse al tomar medicinas con fines preventivos, deberá seleccionarlos cuidadosamente y prescribirlos en el menor tiempo posible. Al usar esta estrategia se pueden reducir las posibilidades de que estas medicinas puedan contribuir al problema de resistencia antimicrobiana.
Fuente: Immunizations & Infectious Diseases: An Informed Parent's Guide (Copyright © 2006 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como un sustituto del cuidado médico, ni para reemplazar las recomendaciones dadas por su pediatra. Ya que pueden existir variaciones en el tratamiento médico recomendado por su pediatra de acuerdo a antecedentes individuales y otras circunstancias.